Muchas organizaciones tienen una perspectiva muy superficial de la salud, pues creen que se trata de implementar legislación sobre salud y seguridad, ofrecer fruta en la oficina, hacer yoga en el escritorio, poner en marcha esquemas para llegar al trabajo en bicicleta y organizar charlas de salud mental o jornadas de bienestar.
Hemos identificado siete errores clave que, en nuestra opinión, cometen las organizaciones en sus programas de salud y bienestar.
1. Definición errónea
Muchas organizaciones están utilizando una definición muy anticuada de la salud, que abarca solo el lado físico y algunos aspectos de la salud mental. Las mejores empresas recurren a un modelo holístico con mediciones en torno al propósito y la coherencia, las exigencias y los recursos, el estrés y el control, el aprendizaje y la adaptabilidad, el bienestar financiero, emocional y social, las relaciones y el apoyo, el optimismo y la autoeficacia, así como el descanso, la recuperación, la condición física y la seguridad en el lugar de trabajo (tanto física como psicológica).
2. Acciones que no se sustentan en datos
Las organizaciones líderes utilizan datos para contar con una base de evidencia y valores de referencia (benchmarks) pertinentes para tener un punto de partida, lo cual les permite dirigir sus inversiones a las áreas que más lo necesitan. Se trata de un ciclo constante de recopilación de datos y ejecución de acciones con objetivos bien definidos.
3. Falta de un plan claramente articulado
Las mejores organizaciones tienen planes claros basados en datos con una visión, metas, mediciones y planes para promover áreas de acción. Además, todos asumen el compromiso de poner en marcha ese plan exitosamente.
4. Falta de mediciones del impacto o éxito
La rentabilidad del bienestar es una métrica tan importante como la rentabilidad de las inversiones. De hecho, podríamos considerarlas como un solo concepto. Es fundamental establecer cierto número de factores que se cuantificarán para determinar si la inversión ha valido la pena.
Esas mediciones pueden incluir los puntajes de encuestas sobre la salud en el lugar de trabajo, la tasa de ausentismo por razones de salud, los pleitos relacionados con el estrés, los accidentes en el lugar de trabajo, los costos de seguros de gastos médicos, la retención o las renuncias del personal a sus puestos, el bajo desempeño, la imagen de marca como empleador y los niveles generales de involucramiento.
5. Líderes que no ponen el ejemplo
El cambio debe generarse desde arriba. Los altos ejecutivos deben comprometerse y poner el ejemplo.
Los resultados en cuanto a salud deben ser tan importantes como los resultados financieros. Los directivos deben asumir el liderazgo en este tema en lugar de seguir los pasos de alguien.
6. Conciencia en lugar de acción
La mayoría sabe qué debe hacer para mantenerse saludable, pero pocos ponen manos a la obra. Las organizaciones que dedican sus esfuerzos a generar cambios conductuales usando las técnicas más novedosas para marcar una diferencia son las que registran mejoras sostenibles y significativas.
Existe una gran diferencia entre el simple hecho de hablar sobre alimentación saludable y el compromiso de garantizar que en el comedor del lugar de trabajo haya opciones saludables subsidiadas por la empresa. Existe una gran diferencia entre distribuir carteles para promover las relaciones sanas y despedir a personas que acosan o hacen comentarios racistas constantemente. Existe una gran diferencia entre invitar a la gente a evitar el exceso de trabajo y sostener conversaciones sobre cómo dividir la carga de trabajo, ya sea con inversiones en más recursos o con métodos de trabajo más inteligentes.
Las organizaciones que están teniendo éxito son aquellas que propician cambios de conducta reales.
7. Falta de cultura de la salud
Las organizaciones que toman esto en serio llevan a cabo revisiones exhaustivas para garantizar que la cultura coincida con sus aspiraciones para la salud de la fuerza laboral. Además, crean una cultura de la salud en toda la organización.
Por favor, no cometa estos errores. Aprenda de los mejores para poder acelerar el proceso que lo llevará a transformarse en un lugar de trabajo saludable.